Un proceso para toda la vida
En la vida hay que tomar decisiones que conllevan un proceso de aprendizaje que se da mediante cambios en nuestra vida para adaptarnos a la sociedad.
Crecer como persona es un proceso que dura toda la vida. Nos adaptamos al mundo, desarrollando estrategias de supervivencia, para enfrentarnos a situaciones dolorosas, y estos sucesos se traducen en términos de ansiedad, que limitan nuestra vida. Debido a todo esto, la persona entra en una situación de crisis, es decir, siente la necesidad de hacer cambios.
Con el desarrollo personal se aprende a tener consciencia de uno mismo; nos lleva a comprender profundamente quiénes somos y qué deseamos, desarrollamos más atención en nuestros pensamientos, estudiando nuestros hábitos y nuestros comportamientos de manera meticulosa.
Ayuda a mejorar las habilidades personales que nos permiten mantener relaciones sociales satisfactorias, sin entrar en conflicto con otros, y ayudándonos a lograr nuestros objetivos.
Hace que la vida sea mucho más satisfactoria: el 98% de los usuarios están satisfechos con la ayuda que reciben para mejorar su crecimiento y desarrollo personal con múltiples herramientas que provocarán un gran cambio en la vida de cada individuo.
El desarrollo o crecimiento podemos mirarlo desde diferentes ángulos sociales e imaginar distintas clasificaciones:
Personal:
Es un proceso de cambio dirigido a mejorar uno mismo y la relación con los demás mediante el desarrollo del potencial oculto.
Social (Convivencia):
Desde el nacimiento tenemos características que nos predisponen a construir relaciones emocionales con otros. La familia es el primer contexto útil para el crecimiento y el desarrollo social.
Profesional:
Es el crecimiento en lo laboral, es decir, lograr llegar a ser mejor en la profesión en la empresa y obtener el cargo o reconocimiento que esperas, es en ese momento que tienes un crecimiento y desarrollo profesional.
Empoderamiento Femenino:
Hay que fomentar la autoestima y el empoderamiento de la mujer desde una edad temprana, a través de características claves como la comunicación, el liderazgo, o la negociación, entre otras. El crecimiento y desarrollo personal en las mujeres ha demostrado que los estereotipos y el sistema se han equivocado; logrando un avance social para la igualdad de géneros gracias a cambios en lo personal, social, y profesional.